El Doctor Sembe Norimaki es un genio inventor que vive en
Villa Pingüino. Su última creación está a punto de ser acabada. Un robot con
forma de niña de 10 años. Cuando la termina, la enciende y resulta que tiene un
problema de visión y tiene que ponerla gafas. De esta forma vemos que su gran
creación, a la que llama Arale, tiene sus fallos. Pero él aún decide mantenerla
así y probar que puede pasar por humana.
Así que la lleva a la escuela, donde hará su primera amiga,
Akane Kimidori, una chica problemática, que no entiende porque Arale no
se separa de ella. Y cuando se junta con su amigo Taro y su hermano Pisuke
Soramame, en seguida les cae bien, pues derriba un poste eléctrico y se mete
con la policía.
Entre los inventos del Doctor, y la facilidad de Arale para
verse envuelta en problemas, pasaremos el tiempo en la divertida Villa
Pingüino.
Akira Toriyama demostró una cosa, y es su amor por esta
serie, debido a que Villa Pingüino y sus habitantes aparecen en la obra más
famosa de este autor, que no es otra que Dragon Ball. En esta serie, Goku se
encuentra con Arale y ésta enseguida se queda encantada con él. Durante tres
capítulos conviven en la misma serie, recuperándola así nuevamente para el
público.
La serie es tan famosa que incluso se han utilizado sus
ideas para otras obras. Sin irnos demasiado lejos, el capitulo 4 en donde un
secuestrador se lleva a Arale para pedir un rescate por ella. Posteriormente se
usó ese mismo argumento para otra criatura del señor Toriyama, Dragon Ball GT.
En el segundo capítulo de ésta unos ladrones también secuestran a Goku para
pedir dinero por él, y descubren igual que hizo el secuestrador de Arale, que
nunca le habían podido retener, solo se había dejado porque se lo estaba
pasando bien.
En este manga el señor Toriyama
también tira del mito de Superman y crea su propia versión de éste, su
nombre es Suppaman.
Publicada entre 1980 y 1984 por la revista Weekly Shonen
Jump, Toriyama consiguió gracias a esta obra en 1981 el Premio
de Manga concedido por la editorial Shōgakukan. Este manga, del que Planeta DeAgostini sacó su edición
ultimate, que recopilaba toda la historia en 15 tomos, resulta divertido,
gracioso, simpático, sorprendente.
Resulta muy amena su lectura, pues los capítulos son cortos,
de apenas quince páginas, lo que permite una rápida lectura. Y las historias
apenas tienen conexión, por lo que se puede retomar en cualquier momento, sin
necesidad de tirar de la memoria para saber en que momento lo dejaste de leer. Una gran obra de uno de los maestros del manga. Sin duda un
acierto como elección de entretenimiento.
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