jueves, 3 de mayo de 2012

Dr. Slump, la niña robot Arale

Fuente: Ruta 42

El Doctor Sembe Norimaki es un genio inventor que vive en Villa Pingüino. Su última creación está a punto de ser acabada. Un robot con forma de niña de 10 años. Cuando la termina, la enciende y resulta que tiene un problema de visión y tiene que ponerla gafas. De esta forma vemos que su gran creación, a la que llama Arale, tiene sus fallos. Pero él aún decide mantenerla así y probar que puede pasar por humana.
Así que la lleva a la escuela, donde hará su primera amiga, Akane Kimidori, una chica problemática, que no entiende porque Arale no se separa de ella. Y cuando se junta con su amigo Taro y su hermano Pisuke Soramame, en seguida les cae bien, pues derriba un poste eléctrico y se mete con la policía.
Entre los inventos del Doctor, y la facilidad de Arale para verse envuelta en problemas, pasaremos el tiempo en la divertida Villa Pingüino.
Akira Toriyama demostró una cosa, y es su amor por esta serie, debido a que Villa Pingüino y sus habitantes aparecen en la obra más famosa de este autor, que no es otra que Dragon Ball. En esta serie, Goku se encuentra con Arale y ésta enseguida se queda encantada con él. Durante tres capítulos conviven en la misma serie, recuperándola así nuevamente para el público.
La serie es tan famosa que incluso se han utilizado sus ideas para otras obras. Sin irnos demasiado lejos, el capitulo 4 en donde un secuestrador se lleva a Arale para pedir un rescate por ella. Posteriormente se usó ese mismo argumento para otra criatura del señor Toriyama, Dragon Ball GT. En el segundo capítulo de ésta unos ladrones también secuestran a Goku para pedir dinero por él, y descubren igual que hizo el secuestrador de Arale, que nunca le habían podido retener, solo se había dejado porque se lo estaba pasando bien.
En este manga el señor Toriyama también tira del mito de Superman y crea su propia versión de éste, su nombre es Suppaman.
Publicada entre 1980 y 1984 por la revista Weekly Shonen Jump, Toriyama consiguió gracias a esta obra en 1981 el Premio de Manga concedido por la editorial Shōgakukan. Este manga, del que Planeta DeAgostini sacó su edición ultimate, que recopilaba toda la historia en 15 tomos, resulta divertido, gracioso, simpático, sorprendente.
Resulta muy amena su lectura, pues los capítulos son cortos, de apenas quince páginas, lo que permite una rápida lectura. Y las historias apenas tienen conexión, por lo que se puede retomar en cualquier momento, sin necesidad de tirar de la memoria para saber en que momento lo dejaste de leer. Una gran obra de uno de los maestros del manga. Sin duda un acierto como elección de entretenimiento.

El Saló del Còmic revisa la fascinación por los robots

Fuente: La Vanguardia

El Saló del Còmic regresa. Y no viene solo. Desde hoy y hasta el domingo al pabellón número ocho de la Fira de Barcelona, en plaza Espanya, se va a inundar de todo tipo de robots, y no van a estar tan sólo en las viñetas: también los va a haber de chips y metal, que lo mismo van a dibujar ellos mismos a otros robots que servir agua o abrir la puerta a quien se lo pida. Los robots, su historia en el cine y en las viñetas de los cómics, desde los autómatas a Terminator, desde Frankenstein a Maginzer Z, desde los robots de Metrópolis a los de La guerra de las galaxias o los de la reciente Eva de Kike Maíllo, serán sin duda los grandes protagonistas de este Saló. Pero desde luego, no serán los únicos: China, país invitado, hará un pequeño desembarco, incluidos autores como Benjamin. Y, para festejar la trigésima edición del certamen, habrá numerosas exposiciones, desde una dedicada al recientemente desaparecido Moebius a otras dos que celebran respectivamente los 50 años del arácnido favorito de los tebeos, Spiderman, y de la revista Cavall Fort. Otra muestra repasará cómo será el nuevo universo de DC Comics poniendo el acento en la contribución de los artistas españoles al relanzamiento de su línea de superhéroes. Para que nada falte, habrá además un aluvión de autores, desde Milo Manara a David Lloyd, Gilbert Shelton, Gô Nagai, Baru, Enrico Marini, Greg Rucka, Joost Swarte, Rags Morales, Ulli Lust, Scott Snyder o la joven Aude Picault.
Autores que firmarán y hablarán de sus últimos trabajos y de su carrera, y que rivalizarán por la atención del público con el gran despliegue robótico que vivirá el Saló, un despliegue comisariado por el profesor de la Universitat Politècnica Jordi Ojeda, un ingeniero industrial que es el creador de la muestra Robots en su tinta y que ha logrado programar una larga lista de actividades con un objetivo muy claro: cree que a través del arte, de los tebeos, de las películas, se puede divulgar mejor la ciencia y la tecnología, hacer más interesante la formación académica e incluso despertar vocaciones científicas.

Ojeda explica que la muestra, que lleva por subtítulo De la ficción a la realidad, comienza por los autómatas de siglos pasados y que recuerda la obra de Mary Shelley Frankenstein, "la primera novela de ciencia-ficción donde se da la creación de un ser vivo autónomo, donde el científico tiene la osadía de convertirse en Dios y crear vida, y luego esa criatura se rebela contra él". Una rebelión que se repetiría a partir de entonces y para la que Asimov, recuerda, crearía las tres leyes de la robótica en 1942, la primera de las cuáles establece que "un robot no puede hacer daño a un ser humano o permitir que un ser humano sufra daño".
La muestra recogerá los diez libros más importantes de la robótica y por supuesto hará un recorrido por el cómic clásico y las películas, con especial atención a La guerra de las galaxias, que celebra este mes el 35 aniversario de su estreno. Para ella habrá, con la colaboración de la asociación Star Wars Barcelona, diversas actividades y una sección especial dentro de la macromuestra Robots en su tinta titulada Droides de las galaxias, todo un homenaje a los robots que salen en la saga y que incluye un modelo R2-D2 que estará activo durante el Saló. Por haber, habrá en el encuentro incluso dos actores de la trilogía fílmica clásica: Julian Glover y Paul Blake. También habrá en la muestra un espacio para los robots en el manga y el anime, desde Doraemon a Astroboy o Mazinger Z, que será uno de los protagonistas indiscutible del Saló: su autor el japonés Gô Nagai, estará presente, y Norma editorial lanzará sus historias en tres volúmenes.
Pero de ahí, recuerda Ojeda, de la ficción, pasarán a la realidad de los robots en el propio Saló: habrá talleres sobre construcción de robots y de introducción a la robótica -que para Ojeda tendrá un gran papel en el ocio del futuro-, se celebrará el XV Concurso internacional de robots que organiza la asociación de estudiantes AESS de la UPC, habrá presentaciones sobre el futuro de la robótica asistencial o la quirúrgica, habrá robots de servicio como el REEM, con el que se podrá interaccionar y solicitarle cosas, se mostrarán prototipos del Instituto de Robótica e Informática Industrial de la UPC como la pareja formada por Tibi y Dabo, con sensores adecuados para guiarse por la ciudad y funciones de guía, transporte, asistencia y vigilancia...
Un cúmulo de información y entretenimiento alrededor de un mundo que, dice Ojeda, causa muchas sensaciones contradictorias: fascinación y a la vez extrañeza, familiaridad y misterio, ternura y terror, "porque no sabes cómo se comportará". unas sensaciones que, dice, ya explicó bien Freud en su definición de lo siniestro y a las que luego los autores de ficción "han dado más intensidad". Intensidad y, también, el signo de los tiempos: en los actuales, en los que la tecnología avanza tan velozmente, explica Ojeda, y en los que "podremos ver cambios en poco tiempo, que tendrán implicaciones socioeconómicas y para la calidad de vida", se pone el acento desde la ficción especialmente en "la robótica social", como en Inteligencia artificial o en Eva, subraya.
Los robots formarán parte también de las actividades paralelas del certamen: habrá un cosplay de robots, esto es, los participantes se deberán hacer un disfraz de robot y mostrar su arte cibernético en el escenario. También habrá cosplay de superhéroes y no faltará siquiera una tanda de conciertos: actuarán Avalanch, Lax'n Busto, Los Coronas o Teràpia de shock. también habrá talleres de cómic a cargo de la Escuela de Cómic Joso, que además tendrá una de las muchas muestras del Saló.
Un salón que tendrá otro polo de interés en la delegación china que lo visita, una delegación compuesta por representantes gubernamentales, empresarios del mundo del cómic -el salón espera poder exportar la producción autóctona a un gigante que se ha mostrado receptivo con el cómic occidental- y, por supuesto, artistas: desde el creador y teórico Chen Weidong hasta Zhang Bin -que trabaja bajo el nombre de Benjamin y que ha publicado en España obras como One day, Remember y Orange, las tres en Glénat, o Sky doll lachrima Christi, en Norma editorial-, pasando por la guionista e ilustradora Lotulist o Andy Cheng.

domingo, 29 de abril de 2012

El insólito universo del manga gay japonés

Fuente: Ocio Gay

A los ojos de un occidental hay aspectos de Japón nada fáciles de entender. Al visitar Tokio uno tiene muchas veces la sensación de estar en Marte. Nos chocan las multitudes inquietantemente silenciosas, los pudientes trabajadores trajeados durmiendo en cualquier lado -a veces en el suelo- o las adolescentes vestidas de provocadores muñecas infantiles.
Esta extrañeza aparece también al estudiar el fenómeno gay. Y es que en Japón, a diferencia de lo que en algún momento inventamos en Occidente, no ha existido históricamente ese concepto de la homosexualidad entendida como identidad. El amor y el deseo entre hombres hay que leerlos en otras claves, como actos o apetitos, sin que ellos supongan ningún tipo de etiqueta indeleble. Ya los antiguos samuráis tenían amantes masculinos de los que disfrutaban al igual que de una buena comida o de la contemplación de un hermoso cuadro, sin que ello pusiera en cuestión su posición social o la estabilidad familiar. Y aunque esto ha cambiado en las últimas décadas, la sexualidad en Japón, entendida como un disfrute y en gran medida carente de cargas morales, ha provocado desde siempre el asombro de los pacatos occidentales.Quizá esto nos ayude a comprender el insólito universo del muy popular comic porno japonés.
Uno de los géneros más importantes dentro de este universo es el YAOI, “historias de chicos”. Suelen ser largas historias de manga, con argumentos que se extienden por un largo, a veces larguísimo, número de tomos. Historias de amor entre hombres donde los papeles están claramente definidos: uno de los protagonistas, el SUME, encarna a personajes masculinos y dominantes, habitualmente en una posición de éxito profesional, e incluso de mayor tamaño físico; y el UKE, que se sitúa en posiciones de sumisión y pasividad y está más abajo en la escala social. No es casualidad que estos términos están tomados del Japón feudal, del maestro y el alumno respectivamente en las relaciones de aprendizaje entre los samuráis. Como en nuestras clásicas novelas románticas, muy a lo Bárbara Cartland, el UKE, a pesar de su evidente deseo interno, se resistirá inicialmente al paso al explicito acto (anal) para finalmente entregarse completamente. Es su equivalente a nuestro “no se crea usted que yo soy una cualquiera” que vertebra muchas de estas historias.
Curiosamente estas historias son escritas, dibujadas y consumidas por mujeres heterosexuales. Las lectoras son amas de casa maduras -dicen los estudios que con un alto grado de frustración en su machista vida privada- que olvidadas por sus maridos de algún modo consiguen reparo en estas en estas lecturas.
Reparo que seguramente venga por una parte de ver que hay hombres capaces de amar como ellas desean amar y ser amadas; y por otra una cierta identificación con el género masculino que en Japón supone la licencia para permitirse muchas libertades, aunque solo sea en el terreno de la fantasía.Un segundo género muy popular es el BARA, menos sorprendente por afinidad con nuestra cultura literaria y audiovisual. Son comics dirigidos para el público homosexual. Las historias suelen ser cortas, apenas unas cuantas páginas, con tramas sin florituras y muy resolutivas . El clásico fontanero que llega a hacer unas reparaciones y se encuentra con un inesperado premio sería el guión arquetipo. La estética, muy manga, es una extraña combinación entre TOM de Finlandia y Pokemon. Muchos contrastes. Historias tremendamente explicitas donde el sexo forzado pero deseado, casi rozando la violación, se lleva a cabo por protagonistas hipermusculados e infantilizados al mismo tiempo. Cómo no fascinarse ante una historia de Gang Bang en las que la pandilla tiene cuerpos y dotaciones de actor porno completadas con cabezas de ardillas u otros animales del bosque.

lunes, 23 de abril de 2012

'Cavall fort' celebra sus 50 años con una exposición en el Salón del cómic

Fuente: La Vanguardia.com

El 30 Salón Internacional del Cómic de Barcelona celebra los cincuenta años de la revista Cavall Fort -algo excepcional en el mundo editorial- con una gran exposición antológica de los cómics dibujados por autores catalanes.
Nació en 1961 para estimular la lectura en catalán los niños de entre 9 a 15 años en una época en que el catalán era una lengua marginada, prohibida en los ámbitos públicos por parte de la dictadura franquista, y con poca visibilidad púiblica. En el contenido de la revista, de carácter didáctico y lúdico, el cómic ha jugado un papel protagonista desde el primer momento.
De periodicidad quincenal, Cavall Fort ha publicado 1192 números hasta la actualidad. A través de esta revista se hicieron conocidos en el mercado español en los años 60 los cómics de la llamada línea clara franco-belga, con las obras de autores tan destacados como Peyo o Franquin. Pero La publicación fue lanzadera no solo para estos grandes autores sino para otros del panorama nacional que empezaron a publicar sus historietas aquí.
La muestra Cavall Fort 50 años da la oportunidad al amante del cómic de revisir toda una época gracias a una gran cantidad de páginas originales y ediciones de la época. La muestra, comisariada por la directora de la publicación Mercè Canela, está dedicada a los autores catalanes, porque la revista ha sido y es también cuna de artistas del país.
La exposición mostrará un total de 50 páginas, originales o ediciones, correspondiendo a cada una a 50 series claves de la publicación. Habrá títulos míticos como Ot, el Bruixot de Picanyol o La casa sota la sorra, dibujado por Madorell, autor también de otro cómic de referencia como Jep i Fidel, además de Pesquis i Baliga de Viladoms o Maurici Bonull, de Marc y Pep Brocal.
Por las páginas de la mítica revista catalana también han pasado autores actuales como Cesc, Joma, Roser Capdevila, Oriol Garcia Quera, Francesc Infante, Quim Bou, Lluïsot o Alfons López, entre otros. La exposición también dedicará un espacio a la revista El Tatano, que nació como un suplemento para los más pequeños dentro de Cavall Fort en 1990, hasta que en 2006 se independizó y se convirtió en una publicación mensual.

lunes, 16 de abril de 2012

El origen del T.B.O.

Fuente: ABC.es

Noventa y cinco años después del nacimiento de la popular revista infantil se ha descubierto la procedencia de su nombre, que dio pie a todo un género de historietas.
La popular y «original» revista infantil TBO, que tanto hizo por entretener y divertir a varias generaciones de españoles (desde el más pequeño de la casa, al abuelo de la familia), cerró sus puertas en 1983.
Su creación en 1917, tuvo lugar en Barcelona, en la imprenta de Arturo Suárez. Diez números más tarde desde su inicio, entró como editor de la revista Don Joaquín Buigas Garriga (cliente del impresor), decidiendo ser parte, y fundador de la publicación. Se convirtió en el primer editor de la revista, aunque años más tarde se supo que no fue él, quien realmente puso nombre a la publicación, sino un empleado de la imprenta de Arturo Suárez: Joaquín Arqués, un administrativo, de formación periodística, actor aficionado, y escritor de numerosas piezas teatrales.
Noventa y cinco años después del nacimiento de la revista, Rosa Segura (Barcelona, 1925), la secretaria de redacción de TBO, durante dos etapas de su vida (1956 a 1960, y de 1975 a 1983), ha obrado un «hallazgo histórico»: la procedencia del nombre de la revista TBO.
Posiblemente se deba una revista lírica de 1909, de nombre T.B.O., firmada por Eduardo Montesinos y Ángel Torres del Álamo; justo ocho años antes de la aparición del famoso TBO de 1917. En su cuadro primero, situaba la obra en la redacción de un periódico, comenzando de esta manera: «¡Animo, señores! A trabajar. Mañana saldrá el primer número de T. B. O. y hay que lucirse. Ya saben ustedes que éste no será un periódico vulgar. T. B. O. viene á llenar un vacío».
Un dato conseguido a través de las pesquisas seguidas por Rosa, gracias a su afición a la lírica, al buscar entre sus archivos relacionados con la zarzuela y el mar. Encontrando en el índice de la colección «La Zarzuela», en la letra T, la referencia T.B.O.
Un nombre, el de TBO, que fue sugerido por Joaquín Arqués a la dirección de la publicación. Éste, gran aficionado a las piezas teatrales, posiblemente fue influenciado por esta obra lírica (estrenada en el Coliseo del Noviciado, el 29 de abril de 1909), tomándola como referencia para la revista infantil.
De esta manera, Rosa Segura, autora de las memorias, «Ediciones TBO ¿dígame?» (Ediciones Marré, 2006) clarifica de alguna forma el origen del nombre de una revista legendaria, que hasta hoy, casi un siglo después de su creación, poco o nada se sabía.