miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tres formas de entender el cómic (III): El cómic estadounidense

Fuente: Lecturalia
Es inevitable, cuando mencionamos el cómic estadounidense, pensar en los superhéroes. Y, de cierta forma, sí es cierto que una de las características fundamentales de la historieta en Estados Unidos es la supremacía, a nivel de industria cultural, del superhéroe, y de las dos casas matrices que desde hace décadas han animado el cotarro en cuanto a cómic se refiere, Marvel y DC. Por supuesto, al hablar de cómic estadounidense en seguida nos vienen a la mente un puñado de nombres: Stan Lee, por encima de todos, como creador, y personajes como Batman, Superman, Spiderman o los integrantes de la Patrulla X. Pero reducir una realidad tan amplia como es la industria del cómic en ese país a esto es muy simplista. ¿Es Garfield un superhéroe? ¿Lo son Snoopy y el resto de personajes de Peanuts, seguramente la tira cómica más importante del siglo XX? ¿Cómo encajamos a Robert Crumb y su American Splendor o Peter Bagge y su Odio en todo esto? Y, ¿acaso no fue Maus, de Art Spiegelman, el primer cómic en ganar el Pulitzer?
Fueron precisamente Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst, los dos magnates de los medios de comunicación de finales del XIX y principios del XX, los que popularizaron, gracias a los periódicos que controlaban, el humor gráfico. The Yellow Kid (1884) fue seguramente la primera serie importante de la historia del cómic estadounidense, y pronto los personajes de las tiras cómicas de los diarios adquirieron un peso importante, hasta el punto de que se desencadenaron luchas entre periódicos por robarle a la competencia tal o cual historietista. La primera agencia de sindicación de tiras nació en 1914 de la mano, como no podía ser de otra forma, de Hearst: estamos hablando del Kings Feature Syndicate, que en la actualidad no sólo distribuye tiras cómicas entre las cabeceras nacionales y locales de los Estados Unidos, sino también columnas de opinión y pasatiempos. Algunas de las tiras distribuidas por la Kings Feature se cuentan entre las más influyentes del siglo XX, como por ejemplo Popeye, Daniel el Travieso, Betty Boop, Flash Gordon, Félix el Gato o Zits.
La Gran Depresión dio un giro dramático a la historieta estadounidense: a las tiras cómicas eminentemente humorísticas se les sumaron las historias de aventuras, con series como Tarzán, Flash Gordon o The Phantom, en lo que sería el anticipo de los superhéroes inmediatamente posteriores: Superman nace en 1938, Batman y el Capitán Marvel en 1939, y el Capitán América en 1941, todos con un cariz patriótico más o menos pronunciado debido a la Segunda Guerra Mundial. Tras la guerra apareció una de las revistas más influyentes, en cuanto a humor gráfico, de la historia del cómic mundial, MAD (1952), pero realmente el cómic estadounidense no entraría en una nueva edad de oro hasta finales de los 50 y gracias a la competencia de Marvel y DC, enfrascadas en una lucha de franquicias antiguas y nuevas que aún hoy está en la mente de todos los aficionados al cómic.
El cómic underground e independiente, que nació en los años 60 al margen de las grandes editoriales y de los consorcios de prensa, se consolidó una década después, y al le debemos auténticas obras maestras del cómic mundial, enfocadas a un público más adulto que el que Marvel y DC consideraban como lector tipo. Sin embargo, incluso los superhéroes acabaron madurando, especialmente a partir de los años 80, y la irrupción de autores como Frank Miller o Alan Moore hizo que el género se reinventara. Casi treinta años después la tónica general de los superhéroes sigue siendo la misma, y nos parecen risibles e ingenuos los guiones de décadas anteriores, cuando Superman y El Capitán América no hubieran podido morir de ninguna de las maneras y Batman todavía no era El Caballero Oscuro.

martes, 29 de noviembre de 2011

Miyazaki vuelve al género realista ¿con una autobiografía?

Fuente: Ramen Para Dos

En una entrevista con la web Hollywood Channel el productor del Studio Ghibli, Toshio Suzuki, reveló que el próximo trabajo del co-fundador del estudio, Hayao Miyazaki, no será el tipo de trabajo con el que toda la audiencia pueda sentarse y relajarse.
[Para desmentir los rumores que apuntan que el creador está inmerso en un proyecto que tratará sobre la energía nuclear] Suzuki explicó que lo que Miyazaki está intentando con este nuevo trabajo no tiene nada que ver con lo sucedido tras el desastre del terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo [...] pero aún así al parecer Miyazaki tiene el deseo de crear una obra realista. Suzuki no pudo revelar más detalles sobre este nuevo trabajo de Miyazaki antes del anuncio oficial.

Suzuki también comentó hace unos meses que el nuevo trabajo de Miyazaki seria una autobiografía. Sin embargo no especificó si se trataba de una autobiografia del propio Miyazaki o de la adaptación de la autobiografía de otra persona.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Tres formas de entender el cómic (II): La bande dessinée

Fuente: Lecturalia
Si hay en Europa un lugar en el que el cómic tiene una consideración especial y es tratado con el respeto que merece, equiparándolo al resto de la producción editorial, ese es el mercado francófono, especialmente Francia y Bélgica. Allí el cómic no es considerado un producto para adolescentes y niños, como parece suceder en otras partes del continente, pese a los evidentes avances gracias a novelas gráficas (esencialmente británicas y estadounidenses) que han dado el salto a los puestos de superventas de las librerías no por méritos propios, sino tras ser llevadas al cine, o al boom del cómic japonés. En Francia, el cómic representa aproximadamente el 10% de la producción editorial, lo que da una idea aproximada de su importancia. Su prestigio también es evidente: en Francia se dice del cómic que es le neuvième art, “el noveno arte”. Sobra hacer más comentarios al respecto.
Más allá de los orígenes medievales de la ilustración francesa, el verdadero inicio fueron las caricaturas políticas de principios del siglo XIX, pioneras en todo el mundo. Hoy día no concebimos un diario de información general que no incluya una serie de viñetas que retraten, de forma más o menos humorística, los temas más destacados del día. Pues bien, al César lo que es del César: es un invento francés que se popularizó rápidamente por todo Occidente gracias a su evidente utilidad.
El cómic francés no adoptó los globos de diálogo en fechas tan tempranas como el estadounidense, y no sería hasta los años 20 cuando se popularizara este artificio narrativo. Fueron precisamente dos historietistas belgas, Alain Sant-Ogan (con su serie Zig et Puce) y Hergé (con el inefable Tintín) los primeros en utilizarlas con éxito. A la vista están sus resultados: aunque fuera del mercado francófono Zig et Puce no es demasiado conocido, Tintín, en cambio, se ha convertido en un referente cultural europeo de primera magnitud. Su reciente paso al cine no hará sino aumentar su leyenda, y seguramente le supondrá el salto definitivo a las estanterías de todo el mundo: porque, si algo hay que decir en contra de la bande dessinée es que, al contrario que el cómic estadounidense y el japonés, que se han exportado al resto del mundo con éxito, el cómic franco-belga, tal vez por sus características netamente europeas o por la importancia que el diálogo tiene en contraposición a la imagen, no ha sabido venderse igual de bien fuera del continente. Al respecto, el aclamado Jean Giraud (creador de, entre otros, El teniente Blueberry, y cuya influencia en cine y televisión ha sido notable) dijo: “el manga llega a Europa, pero el cómic europeo no va a Japón”. Tiene razón Giraud en quejarse, pero no parece probable que este salto vaya a producirse jamás: el cómic japonés prima la imagen sobre el diálogo, pues es un cómic basado en la inmediatez, el consumo rápido, nada que ver con lo que encontramos en el mercado francófono. ¿Cómo podría triunfar en Japón, por ejemplo, cualquiera de las obras de la iraní Marjane Satrapi? Tampoco es popular allí el cómic estadounidense más alejado de los convencionales superhéroes: volúmenes como Maus, de Art Spiegelman, desafían claramente la forma que los nipones tienen de entender el cómic. Sin embargo, el manga sí puede (y, de hecho, lo hace) triunfar en cualquier rincón del mundo: su consumo rápido es totalmente asumible por las nuevas generaciones de europeos y americanos de ambos hemisferios.
Es imposible hablar del cómic franco-belga y, tras mencionar a Tintín y a Hergé, no hacer lo propio con el Asterix de Goscinny y Uderzo, Spirou y Fantasio, Lucky Luke, Los Pitufos, Iznogud o El Corto Maltés, del italiano Hugo Pratt, todos nombres ya legendarios, ya no sólo de la bande dessinée, sino del cómic en general.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Shonen Mangazine: cuando quisimos ser japoneses

Esta iniciativa de Planeta de Agostini Cómics se inspiraba claramente en los tochos de manga que se publican a diario en Japón, esas guías telefónicas repletas de manga que tan icónicas se han convertido para cualquier aficionado al manga.
Aunque “Shonen Mangazine” no llegaba ni por asomo al grosor habitual en las revistas de manga niponas, el espíritu era parecido: periodicidad quincenal, un papel de baja calidad para abaratar costes, y varios títulos distintos con estilos dispares. Esto último quizás era lo que más distaba de sus homólogas japonesas, que suelen centrarse en un tipo de público más concreto, y por lo tanto los géneros y estilos son más parejos. En realidad, la variedad era sorprendente, ya que los títulos que aparecían tanto podían ser el típico shonen, como una obra de humor, o incluso algún que otro drama. De hecho, visto con cierta perspectiva, la decisión de incluir ciertos títulos parecía realmente atrevida, ya que seguramente ninguno de esos manga más arriesgados conseguiría publicarse en solitario, ni siquiera hoy en día que teóricamente el mercado es algo más variado.
Los principales ganchos que tenía “Shonen Mangazine” eran títulos como “3×3 Ojos”, “Gun Smith Cats”, “Ah! Mi diosa”, “Compiler” de Kia Asamiya, y también “Sobrevivir a la nueva era glaciar” de Jiro Taniguchi (una obra post-apocalíptica de un autor que hoy en día es más conocido por otro tipo de manga – y por otro tipo de público). Los títulos “arriesgados” que mencionábamos antes eran los de toque más humorístico o dramático. “¿Qué pasa contigo… bebé?” de Chika Tomisawa nos contaba la historia de un yakuza que moría y se reencarnaba en un bebé, pero que mantenía los recuerdos y la conciencia de su pasado mafioso, con las consecuencias divertidas que esto provocaba.  ”Hello!” de Makoto Kobayashi era la historia de una universitaria mojigata que, entre otras cosas, tenía que convivir en su apartamento con un fantasma… virgen. Y una de las obras más sorprendentes era “Dr. Koh”, de Junichi Nojo, una especie de Black Jack moderno y mucho más “serio”, que le daba ese punto dramático a la publicación.
Además de manga, la revista también acostumbraba a publicar una sección de noticias, y varios artículos que podían tratar distintos aspectos del manga. Una de las secciones más interesantes era la que llevaba Alfons Moliné, y que consistía en una cronología del manga en España desde la primera proyección de un anime en el Festival de Cine de San Sebastián de 1961, hasta “nuestros días” (es decir, 1995). Un festival de datos impresionante, y que quizás ahora somos más capaces de valorar como es debido.
A pesar de los grandes títulos que se incluían y el esfuerzo que supuso, la propuesta no terminó de cuajar. Después de 24 entregas, “Shonen Mangazine” se despedía de los quioscos. Las razones pueden ser varias. Para empezar estaba la cuestión del precio, costaba 550 pesetas, que para la mayoría de chavales era un dineral (ahora, sería un muy buen precio), y si sumamos la periodicidad era quincenal, seguramente muchos no podían permitírselo. Además, muchos eran los que se quejaban de la mala calidad del papel teniendo en cuenta ese precio (aunque pocos pensarían que era la única forma en la que una propuesta así podía salir adelante).
Pero quizás, el principal motivo fue la falta de “madurez” del mercado del manga. Aunque parecía que el interés por los cómics japoneses era algo continuamente in crescendo, un fenómeno imparable, el lector aún no era lo suficientemente fiel, no tenía el suficiente interés (o dinero)  para dar cabida a una propuesta tan original (las editoriales japonesas pensaban que los de Planeta estaban locos – algo de razón tenían). De hecho, algunos de esas obras más “originales” que mencionábamos antes, pasaron a mejor vida después de que la revista hiciese un cambio de formato y precio (con 32 páginas más, y a 695 ptas.), dejando a muchos lectores “huérfanos” por el camino. Cierto es que se publicaron un par de “Extras” para contentar a los fans de series como “Sobrevivir a la nueva era glaciar”, “Hello!” o “Dr. Koh”, pero siguieron inconclusas.
Hasta cierto punto sorprendía que ciertas series fracasasen de esta forma, especialmente si tenemos en cuenta el especial hincapié que hicieron muchas revistas, fanzines, e incluso editoriales por educar al lector de manga e introducirle el vasto mundo del cómic nipón, donde tienen cabida todo tipo de géneros y estilos. Tengo la sensación de que por ese entonces, cuando todo lo que pasaba en Japón era un descubrimiento, había un deseo de llegar a formar un mercado capaz de aceptar esa misma variedad. Los más fans de todos querían leer todo tipo de manga, no sólo el shonen de turno. El mejor ejemplo de estas ganas de transformar y digievolucionar el panorama editorial fue “Gamma, el hombre de hierro“, cuyo apoyo por parte de la editorial y la prensa de entonces fue muy grande, y se percibía cierta ilusión de que un título como este llegase a triunfar. Como ya os contamos hace tiempo, esto no fue así, y esa serie se canceló 11 números después. Los lectores de manga de los noventa obligaron a la prensa y a las editoriales a poner los pies en el suelo, esto no es Japón.
¿Y qué pasó quince años después de “Shonen Mangazine”? ¿Había madurado el mercado lo suficiente para recibir de nuevo una propuesta parecida? Planeta de Agostini quizás pensó que sí, y en mayo de 2009 editaba el primer número de “B’s Log Cómic”. Con un tamaño más parecido a las revistas de manga japonesas y periodicidad mensual, se volvía a intentar una propuesta similar a la de “Shonen Mangazine” (incluso con artículos parecidos sobre manga). El resultado fue incluso más catastrófico, editándose sólo 4 números. Cierto es que, a diferencia de su predecesora, esta revista no apostó por grandes títulos o grandes nombres para llenar sus páginas, pero una vez más, la realidad del mercado del manga español se hacía patente. No madura.
¿Qué pasará dentro de 15 años? ¿Seguiremos igual?

jueves, 24 de noviembre de 2011

Tres formas de entender el cómic (I): El Manga

Fuente: Lecturalia

Tres son los centros mundiales del cómic, y tres son las concepciones, radicalmente distintas y en cierto modo opuestas, de su forma de entenderlo. El cómic estadounidense, el franco-belga y el japonés son los mayoritarios en el mundo, los que más venden, los que más se adaptan a cine y televisión. No hay que circunscribir estas tres tradiciones, en todo caso, a un entorno geográfico concreto: se hace cómic “estadounidense” en otras partes del mundo (Inglaterra, por poner un caso), al igual que la bande dessinée no se limita a los países europeos francófonos (su influencia es clara, por ejemplo, en España, Italia o Argentina) y ya ni siquiera el manga es solo japonés.

El manga, que a nivel estético bebe de una tradición de ilustradores que se remonta a los siglos XI-XII, no podría haber surgido sin la influencia de la ilustración satírica europea del siglo XIX. Los primeros mangas propiamente dicho aparecerían a principios del siglo XX, y pertenecerían al género que hoy se denomina kodomo, es decir, el infantil. En pocos años la temática y el público objetivo se ampliaron, convirtiéndose en muy populares los álbumes de historias militares, fieles reflejo de la sociedad japonesa inmediatamente anterior a la Segunda Guerra Mundial. No hay que olvidar que durante los años 30 Japón invadió Manchuria en dos ocasiones, la segunda de las cuales dio inicio de la Segunda Guerra Chino-Japonesa.

Tras la rendición incondicional de 1945, Estados Unidos prohibió las historias de corte militarista que tanto habían ayudado a la difusión del manga, la mayor parte financiadas por el Estado, que las usó como un medio propagandístico más. Sin embargo, el manga se vio fortalecido por la situación precaria del país en la posguerra. También fueron aquellos los mejores años del cine japonés, lo cual es sintomático de una nación que necesitaba ocupar con actividades de ocio un tiempo precioso que les ayudara a evadirse de la vergonzosa y humillante claudicación ante los estadounidenses.

El primer mangaka de esta nueva época fue Osamu Tezuka, que tuvo un éxito sin parangón con la edición de muy baja calidad de su obra La nueva isla del tesoro, que vendió medio millón de ejemplares. Tezuka pasó inmediatamente a la revista Manga Shonen, que había sido fundada en 1947, y se convirtió en el primer mangaka de prestigio gracias a Astroboy. Tezuka fue también un pionero en la animación (Astroboy fue el primer manga que dio el salto a la televisión, lo que se conoce como anime), y ayudó a la diversificación de géneros temáticos (La princesa caballero, otra de sus obras destacadas, es considerada el primer manga shojo de la historia). El kodomo, el manga infantil, dejó de ser el único, apareciendo una serie de mangas agrupados por rangos de edades del público objetivo: a grandes rasgos el manga se divide en kodomo (infantil), shojo (adolescente femenino), shonen (adolescente masculino), josei (adulto femenino), seinen (adulto masculino) y hentai (erótico). Los subgéneros temáticos son muchísimos: desde los populares mecha (de robots) o maho shojo (chicas con poderes mágicos) al yaoi (homosexualidad masculina) o el jidaimono (de ambientación feudal).

En el resto del mundo el shonen y el shojo, sobre todo a través de la animación, fueron los primeros en hacerse populares. En la actualidad el manga es un fenómeno global, y supone un porcentaje altísimo de las ventas de cómics en todos los países del mundo. Aún más, ha supuesto una influencia notable en autores europeos y americanos, tal y como ha ocurrido en Francia con el movimiento La nouvelle manga, o en Estados Unidos con el “amerimanga”, estéticamente japonés pero específico para un público estadounidense. Otro ejemplo de fusión de estilos podría ser el popular cómic canadiense Scott Pilgrim versus The World, cuya estética le debe mucho al cómic japonés.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

CRÍTICA / “Las Aventuras de Tintín primera parte o Indiana Jones quinta parte…si Hergé levantara la cabeza”

Fuente: FC


Vale, lo admito: fui a ver "Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio" con cierta reserva. A priori, me pone de mal humor que una mente tan extraordinaria como la de Spielberg con la producción de otra tan visionaria como la de Jackson, cuyas creaciones cinematográficas se han caracterizado siempre -o casi- por una gran originalidad, hayan decidido subirse al carro de los remakes de exponentes del noveno arte. Las Aventuras de Tintín es una de las colecciones de cómic europeo clásico, del bueno, que ocupa uno de los puestos de podio del género de misterio. Pero es que además la serie de animación de los años 90 de Stephane Bernasconi es francamente buena y rigurosamente fiel al cómic. Entenderá el lector en este punto lo innecesario que me parece el popurrí de mezclar varios de los comics que relatan las aventuras del intrépido periodista belga para adaptarlos a la gran pantalla. Y al parecer, Mr Spielberg piensa repetir el procedimiento en otras dos ocasiones. A todo esto le añadimos que la animación que utiliza esta película tiene trampa, porque parte de movimientos reales grabados de actores y lo que obtenemos son cero ganas de gastarme ocho eurazos en Kinépolis.

La película, una vez vista, puedo decir que presenta un par de escenas de quitarse el sombrero. Y precisamente son aquellas en las que la acción desatada y la aventura trepidante están al servicio del guión y no se manifiestan de manera independiente y gratuita, como ocurre en la gran mayoría del resto de escenas. Spielberg es más o menos fiel a Hergé en las caracterizaciones de los personajes y eso nos gusta. Pero Spielberg es aún más fiel a sí mismo en el tratamiento y el desarrollo que da a la historia, y eso ya nos gusta menos. No porque no nos guste Spielberg, ojo. Pero ¿verdad que sería raro ver un Dragon Ball dirigido por George Lucas? Lo que parece no haber entendido el Rey Midas de Hollywood es que, no por provenir de un comic, Tintín es un Indiana Jones para niños. El tono inocente y naif de la película poco tiene que ver con el suspense prácticamente hitchcockiano del comic y algo en el ritmo no acaba de funcionar tampoco todo lo bien que cabría esperar. Y es básicamente por estas razones por las que la intuición inicial que teníamos cobra fuerza y, a pesar de que a la película no se le pueden negar un par de horas de entretenimiento brutal, parece que se queda en poco más que eso: vacuo entretenimiento por el entretenimiento. ¿Quizás esté últimamente Spielberg pasando demasiado tiempo con J.J. Abrams?


Lo mejor. La fantástica música de John Williams, autor de las bandas sonoras de Tiburón, E.T., La Guerra de las Galaxias, Parque Jurásico, La Lista de Schindler o de la saga Indiana Jones.


Lo peor. Los guiños de autocomplacencia a la filmografía de Spielberg son a todas luces prescindibles.

martes, 22 de noviembre de 2011

Posibles actores para el papel de Tetsuo en Akira


El pasado viernes la revista The Hollywood Reporter, publicó una lista de los posibles actores que se barajan para interpretar el papel de Tetsuo en la adaptación cinematográfica de la Warner Bros, del manga de Katsuhiro Otomo, Akira.

Os reproducimos la lista en cuestion:
  • D.J. Cotrona (Detroit 1-8-7, Flint en G.I.Joe 2: Retaliation)
  • Paul Dano (Cowboys & Aliens, Pozos de ambición, Pequeña Miss Sunshine)
  • Alden Ehrenreich (Tetro, CSI: Crime Scene Investigation, Supernatural)
  • Logan Marshall-Green (La trampa del mal , Prometheus de Ridley Scott)
  • Toby Kebbell (RocknRolla, War Horse: Caballo de Batalla, La conspiración)
  • Richard Madden (Robb Stark en la serie de Juego de Tronos)
  • Rami Malek (The Pacific, Crepúsculo: Amanecer — Parte 2)
  • Michael Pitt (Serie: Boardwalk Empire)
Según publica al revista, Warner pretende tener decidido el reparto antes del Día de Acción de Gracias (este jueves), después de que los actores hayan pasado por pruebas ante las cámaras antes de ayer domingo 20 y ayer lunes 21. Al igual que el manga, la revista describe a Tetsuo como "un joven con habilidades telequinéticas que le convierten en una peligrosa arma". Otro actor, Ezra Miller, contó a la web Moviefone que el no interpretaría finalmente a Tetsuo, aunque alabó el trabajo original.

También se conoció la semana pasada que a la actriz de moda Kristen Stewart (Crepúsculo, The Runaways, Blancanieves y la leyenda del cazador),
se le ha ofrecido el papel femenino principal, el de Kei. Según se pudo leer también en The Hollywood reporter, este personaje pasaría a llamarse Ky Reed, "una mujer que forma parte de un movimiento clandestino para desenmascarar al gobierno por convertir a huérfanos en armas vivientes".

Garrett Hedlund (Tron: Legacy), es de quien más se habla para el otro papel principal, el de Kaneda, el cual describe la revista que será "el hermano mayor de Tetsuo" en la película de la Warner. Previamente
se había hablado para interpretar un papel en la misma, de Helena Bonham Carter (El discurso del Rey), Gary Oldman (El Caballero Oscuro) y Keira Knightley (Piratas del Caribe).



 


viernes, 18 de noviembre de 2011

Entrevista a Paco Roca, al autor de Arrugas y El invierno del dibujante

Fuente: Forum FNAC

Interesante entrevista (en pijama) a uno de los valores seguros del nuevo cómic español. Conocemos los secretos de Paco Roca en la presentación de sus Memorias de un hombre en pijama. Leer aquí.


jueves, 17 de noviembre de 2011

Descenso gráfico a los infiernos de Goya

Fuente: ElMundo.es
Se titula 'Goya' pero no es una biografía en viñetas ni un recorrido en versión cómic por la obra del artista. Diego Olmos, ilustrador de 'Batman en Barcelona' y colaborador durante años del gigante DC, se ha querido meter en la piel del pintor para jugar a imaginar sus angustias y acompañarle en el descenso a los infiernos que pudo llevarle a pintar sus famosas 'pinturas negras', hoy colgadas en el Museo del Prado.
La tribu de lo siniestro, lo putrefacto y lo grotesco de esos 14 lienzos que fueron pintados hace unos 200 años en lo que pasó a conocerse La Quinta del Sordo se incrustó en la mente de este historietista barcelonés cuando visitó hace años la pinacoteca madrileña. Tiempo después conoció sus grabados. "Y fue ahí, cuando vi a Goya en blanco y negro, que quizás es estéticamente más cercano al cómic, cuando sentí que me apetecía hacer un cómic con esta iconografía de brujas, demonios y animales antropomórficos", explica el también autor de 'H2Octopus'.
La clave para plantearse el libro fue pensar qué se le pasó a Goya por la cabeza para pintar lienzos como 'Saturno devorando a un hijo'. Y el resultado es una novela efectivamente oscura. "El género de terror encaja perfectamente en el mundo de Goya", comenta este artista, que estudió a fondo los grabados del pintor ante la realización del libro. "Desde el principio de mi carrera me ha influenciado también el expresionismo alemán artístico y cinematográfico. Y mis cómics favoritos son de autores de los 70, con un concepto muy distinto del actual, que peca demasiado de querer ser cinematográfico", agrega.
El autor mantiene la ambigüedad sobre la historia a lo largo de toda la trama: "En ningún momento tienes claro si sueña, imagina o es real, o si son visiones. Para potenciar este uso de recursos recuerdo continuamente el tema de la sordera, de su aislamiento, y la especulación de que podía tomar estramonio para aliviar sus dolores".
Se sabe, enumera Olmos, que vivió en la Quinta del Sordo con Leocadia, "que se especula que fue su amante" y con la hija de ésta, que supuestamente también era suya. "Se dice también que buscaba aislarse de los problemas políticos de la época. Pero hay un gran vacío en la vida de Goya", agrega este autor, que se ha tomado un respiro en el vertiginoso ritmo de trabajo de encargos para DC, tras varios años de colaboraciones. "Tenía mono de hacer algo que me motivara más emocionalmente que económicamente", dice.
El cómic sugiere los terrores de Goya pero incide también en la soledad. "En parte puedo entender mucho de lo que sentía. Los dibujantes también llevamos una vida muy solitaria, aburrida. Aunque parezca muy artística, no lo es. Son muchas horas solo, contigo mismo, ante el desafío continuo de conseguir plasmar en papel lo que tienes en la cabeza. Ese aislamiento, esa sensación, no es algo fácil", apunta el historietista. De ahí su propuesta sobre Goya: "Creo que acabó conectando más con sus demonios internos que con la vida que le rodeaba".

miércoles, 16 de noviembre de 2011

"La Divina Comedia" se pasa al manga

Fuente: ABC.es

"La Divina Comedia", de Dante Alighieri, una de las arquitecturas literarias más perfectas y de mayor alcance de la historia se ha pasado al cómic. El viaje de Dante por el infierno, el purgatorio y el paraíso en busca de su amada Beatriz, es ahora un manga japonés, una versión plástica para todo el mundo.

Este proyecto acaba de ser publicado por la editorial Herder, en España y América Latina. Una editorial que ya lanzó, hace unos meses, un primer cómic manga de otro de los grandes de la Filosofía, Friederich Nietzsche y su "Así habló Zaratustra".

Ahora le ha tocado el turno a esta obra capital de la historia de la literatura mundial, "La Divina Comedia", traducido al castellano directamente del japonés por el estudio de Verónica Calafell, y en especial por Maite Madinabeitia, especialista en la traducción de manga y animación.

Esta versión manga de dicho viaje iniciático hacia la redención en el que confluyen todos los sentimientos del ser humano, está plagada de simbolismo, como asegura el escritor Ernesto Pérez Zúñiga, uno de los apasionados y experto en la obra de Dante. "Creo que no hay otra obra con tal poder simbólico: no solo porque reúne la Edad Antigua y la Cristiana, que llega hasta nuestros días, sino porque ofrece alegorías que nos siguen importando. 'La Divina Comedia' contiene posiblemente todos los símbolos de la experiencia y de la imaginación humana", subraya el escritor.

Este viaje, convertido en manga, en blanco y negro, que ahonda en la simiente de la condición humana en paralelo con la búsqueda de la joven Beatriz, que se encuentra en el paraíso, es un poema épico que Dante (1265-1321) pudo escribir en su exilio en Ravena en 1321.

Así, un Dante ninja lleno de amor, temor y deseo de aprendizaje, y con no pocas dificultades, transitará a través de las viñetas por los círculos del infierno, y se encontrará con Caronte el viajero del mundo infernal donde pagan sus culpas las almas arrastradas por la lujuria, donde se encuentran París, Helena, Cleopatra, Semíramis o un montón de almas que le contarán sus historias mediante los "bocadillos", los espacios donde se colocan los textos.

Estos cómic llegan directamente traducidos del japonés. Y es que Japón es un país donde los mangas filosóficos gozan de gran éxito y reconocimiento, y un ejemplo es "El Capital", de Karl Marx, que consiguió vender 120.000 ejemplares. "Ha sido un trabajo muy difícil porque adaptar el lenguaje de esa época y todo lo que había en el entorno es complicado y por su registro muy elevado, pero es una iniciativa muy positiva", explica la traductora Maite Madinabeitia.

"Salvando estos obstáculos -añade- ha sido un trabajo fantástico porque no solo se cuenta el viaje por el infierno, el purgatorio o el paraíso, las cuestiones éticas o el sentido o función del hombre en la tierra, sino todos los detalles históricos", subraya. Las ilustraciones del cómic han corrido a cargo de la editorial japonesa East Press Co.

martes, 15 de noviembre de 2011

CRÍTICA / Mylo Xyloto: ¿el adiós a las ideas o el triunfo del marketing sobre la música?

Fuente: FC (Elaboración propia)

El nuevo disco de Coldplay es realmente un recopilatorio aunque muchos no se hayan enterado. No de sus mejores temas, no. Sino de sus grandes influencias. Y que conste que digo influencias. En ningún momento he hablado (todavía) de plagio porque no quiero despertar susceptibilidades en nadie, tampoco en Mr Martin, que ya se indignó mucho cuando le acusaron de haber copiado en Viva La Vida.

De los 14 cortes que forman lo ultimo de Coldplay, tres son instrumentales que no superan el minuto de duración.  Y otros tres han estado, están o estarán en el centro de la polémica por las similitudes que presentan con otras canciones no firmadas por Coldplay. Estoy hablando del primer single (Every teardrop is a waterfall), el cual, aunque con muchas guitarras simulando gaitas, sigue sonando a Ritmo de la Noche, de Mystic. Estoy hablando del segundo single (Paradise), que recuerda peligrosamente a When we were young, incluido en Progressed, de Take That (y banda sonora de Los Tres Mosqueteros en 3D), de lo cual ya se ha hecho eco la prensa italiana. Y estoy hablando también de Princess of China, con Rihanna (probable tercer single), que utiliza un sample de la canción Takk, de Sigur Rós, como base de fondo constante.

Lo que uno se plantea en un primer momento es si realmente a los chicos de Coldplay se les ha secado el cerebro y ya no son capaces de crear -ellos solitos, sin necesidad de samples de otros-  los himnos a que nos tenían acostumbrados con Clocks, Trouble, The Scientist, Fix You, Yellow o incluso más recientemente Lovers in Japan o la ya mencionada Viva la Vida.

Pero lo que más me llama la atención es el hecho que estén seleccionando como singles todas y cada una de las canciones que están envueltas en polémica. Se supone que un single es el tema que mejor representa el material que compone tu disco y que lo escoges como tarjeta de presentación para lanzar el mensaje de "si esto te gusta, compra el disco y verás". Y hay canciones en este disco que podrían funcionar a la perfección cumpliendo este objetivo. La caleidoscópica Hurts like Heaven,  la correcta Charlie Brown o incluso la nostálgica Us against the world podrían haber sido sencillos que a todos nos hubiesen encantado.

¿Cuál es el problema de estas canciones? Probablemente que no están envueltas en polémica y aquí no puedo evitar recordar la máxima del marketing que afirma que la polémica es la mejor campaña promocional de camino al éxito.

¿Pero realmente Every teardrop is a waterfall y  Paradise son las dos canciones más potentes de Mylo Xyloto? Que me perdonen los incondicionales, pero tengo mis serias dudas.


LO MEJOR: Las influencias de Brian Eno.

LO PEOR: Que Coldplay pierda fuelle y anuncie que éste puede ser su último disco.




lunes, 14 de noviembre de 2011

Santiago Valenzuela gana el Premio Nacional de Cómic por 'Plaza Elíptica'

Fuente: ELPAIS.com

El historietista donostiarra Santiago Valenzuela, padre de la saga del Capitán Torrezno, ha sido galardonado hoy con el Premio Nacional de Cómic, dotado con 20.000 euros, por su obra Plaza Elíptica, ha informado a Efe el Ministerio de Cultura.La obra es séptimo volumen de Las aventuras del Capitán Torrezno, con el que Valenzuela (San Sebastián, 1971) inició un segundo ciclo de la saga de este personaje. El Capitán Torrezno apareción por primera vez en 2001 en Horizontes lejanos. Los otros tebeos protagonizados por el personaje son Escala real (2003), Limbo sin fin (2003), Extramuros (2004), Capital de provincias del dolor (2005) y Los años oscuros (2006).

Santiago Valenzuela es licenciado en la especialidad de grabado de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, ha trabajado como ilustrador para medios de comunicación, empresas de publicidad y de diseño. Publica dibujos en El País Semanal, aunque dedica la mayor parte de su tiempo a la historieta, según explica la biografía del galardonado facilitada por Cultura.Valenzuela ha publicado, entre otros, los libros Sociedad limitadísima (2005); El lado amargo (2005); El gabinete del doctor Salgari (2007) y Nietos del rock'n roll (2010), con dibujos de David Ortega.

El jurado de esta edición ha estado presidido por el director general de Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco, y ha contado con la presencia, entre otros, de los últimos autores galardonados: Antonio Altarriba y Joaquim Aubert.

El Premio Nacional de Cómic está convocado por el Ministerio de Cultura para distinguir la obra de autores españoles, escrita en cualquiera de las lenguas españolas y publicada en el año anterior a la convocatoria.