domingo, 29 de abril de 2012

El insólito universo del manga gay japonés

Fuente: Ocio Gay

A los ojos de un occidental hay aspectos de Japón nada fáciles de entender. Al visitar Tokio uno tiene muchas veces la sensación de estar en Marte. Nos chocan las multitudes inquietantemente silenciosas, los pudientes trabajadores trajeados durmiendo en cualquier lado -a veces en el suelo- o las adolescentes vestidas de provocadores muñecas infantiles.
Esta extrañeza aparece también al estudiar el fenómeno gay. Y es que en Japón, a diferencia de lo que en algún momento inventamos en Occidente, no ha existido históricamente ese concepto de la homosexualidad entendida como identidad. El amor y el deseo entre hombres hay que leerlos en otras claves, como actos o apetitos, sin que ellos supongan ningún tipo de etiqueta indeleble. Ya los antiguos samuráis tenían amantes masculinos de los que disfrutaban al igual que de una buena comida o de la contemplación de un hermoso cuadro, sin que ello pusiera en cuestión su posición social o la estabilidad familiar. Y aunque esto ha cambiado en las últimas décadas, la sexualidad en Japón, entendida como un disfrute y en gran medida carente de cargas morales, ha provocado desde siempre el asombro de los pacatos occidentales.Quizá esto nos ayude a comprender el insólito universo del muy popular comic porno japonés.
Uno de los géneros más importantes dentro de este universo es el YAOI, “historias de chicos”. Suelen ser largas historias de manga, con argumentos que se extienden por un largo, a veces larguísimo, número de tomos. Historias de amor entre hombres donde los papeles están claramente definidos: uno de los protagonistas, el SUME, encarna a personajes masculinos y dominantes, habitualmente en una posición de éxito profesional, e incluso de mayor tamaño físico; y el UKE, que se sitúa en posiciones de sumisión y pasividad y está más abajo en la escala social. No es casualidad que estos términos están tomados del Japón feudal, del maestro y el alumno respectivamente en las relaciones de aprendizaje entre los samuráis. Como en nuestras clásicas novelas románticas, muy a lo Bárbara Cartland, el UKE, a pesar de su evidente deseo interno, se resistirá inicialmente al paso al explicito acto (anal) para finalmente entregarse completamente. Es su equivalente a nuestro “no se crea usted que yo soy una cualquiera” que vertebra muchas de estas historias.
Curiosamente estas historias son escritas, dibujadas y consumidas por mujeres heterosexuales. Las lectoras son amas de casa maduras -dicen los estudios que con un alto grado de frustración en su machista vida privada- que olvidadas por sus maridos de algún modo consiguen reparo en estas en estas lecturas.
Reparo que seguramente venga por una parte de ver que hay hombres capaces de amar como ellas desean amar y ser amadas; y por otra una cierta identificación con el género masculino que en Japón supone la licencia para permitirse muchas libertades, aunque solo sea en el terreno de la fantasía.Un segundo género muy popular es el BARA, menos sorprendente por afinidad con nuestra cultura literaria y audiovisual. Son comics dirigidos para el público homosexual. Las historias suelen ser cortas, apenas unas cuantas páginas, con tramas sin florituras y muy resolutivas . El clásico fontanero que llega a hacer unas reparaciones y se encuentra con un inesperado premio sería el guión arquetipo. La estética, muy manga, es una extraña combinación entre TOM de Finlandia y Pokemon. Muchos contrastes. Historias tremendamente explicitas donde el sexo forzado pero deseado, casi rozando la violación, se lleva a cabo por protagonistas hipermusculados e infantilizados al mismo tiempo. Cómo no fascinarse ante una historia de Gang Bang en las que la pandilla tiene cuerpos y dotaciones de actor porno completadas con cabezas de ardillas u otros animales del bosque.

lunes, 23 de abril de 2012

'Cavall fort' celebra sus 50 años con una exposición en el Salón del cómic

Fuente: La Vanguardia.com

El 30 Salón Internacional del Cómic de Barcelona celebra los cincuenta años de la revista Cavall Fort -algo excepcional en el mundo editorial- con una gran exposición antológica de los cómics dibujados por autores catalanes.
Nació en 1961 para estimular la lectura en catalán los niños de entre 9 a 15 años en una época en que el catalán era una lengua marginada, prohibida en los ámbitos públicos por parte de la dictadura franquista, y con poca visibilidad púiblica. En el contenido de la revista, de carácter didáctico y lúdico, el cómic ha jugado un papel protagonista desde el primer momento.
De periodicidad quincenal, Cavall Fort ha publicado 1192 números hasta la actualidad. A través de esta revista se hicieron conocidos en el mercado español en los años 60 los cómics de la llamada línea clara franco-belga, con las obras de autores tan destacados como Peyo o Franquin. Pero La publicación fue lanzadera no solo para estos grandes autores sino para otros del panorama nacional que empezaron a publicar sus historietas aquí.
La muestra Cavall Fort 50 años da la oportunidad al amante del cómic de revisir toda una época gracias a una gran cantidad de páginas originales y ediciones de la época. La muestra, comisariada por la directora de la publicación Mercè Canela, está dedicada a los autores catalanes, porque la revista ha sido y es también cuna de artistas del país.
La exposición mostrará un total de 50 páginas, originales o ediciones, correspondiendo a cada una a 50 series claves de la publicación. Habrá títulos míticos como Ot, el Bruixot de Picanyol o La casa sota la sorra, dibujado por Madorell, autor también de otro cómic de referencia como Jep i Fidel, además de Pesquis i Baliga de Viladoms o Maurici Bonull, de Marc y Pep Brocal.
Por las páginas de la mítica revista catalana también han pasado autores actuales como Cesc, Joma, Roser Capdevila, Oriol Garcia Quera, Francesc Infante, Quim Bou, Lluïsot o Alfons López, entre otros. La exposición también dedicará un espacio a la revista El Tatano, que nació como un suplemento para los más pequeños dentro de Cavall Fort en 1990, hasta que en 2006 se independizó y se convirtió en una publicación mensual.

lunes, 16 de abril de 2012

El origen del T.B.O.

Fuente: ABC.es

Noventa y cinco años después del nacimiento de la popular revista infantil se ha descubierto la procedencia de su nombre, que dio pie a todo un género de historietas.
La popular y «original» revista infantil TBO, que tanto hizo por entretener y divertir a varias generaciones de españoles (desde el más pequeño de la casa, al abuelo de la familia), cerró sus puertas en 1983.
Su creación en 1917, tuvo lugar en Barcelona, en la imprenta de Arturo Suárez. Diez números más tarde desde su inicio, entró como editor de la revista Don Joaquín Buigas Garriga (cliente del impresor), decidiendo ser parte, y fundador de la publicación. Se convirtió en el primer editor de la revista, aunque años más tarde se supo que no fue él, quien realmente puso nombre a la publicación, sino un empleado de la imprenta de Arturo Suárez: Joaquín Arqués, un administrativo, de formación periodística, actor aficionado, y escritor de numerosas piezas teatrales.
Noventa y cinco años después del nacimiento de la revista, Rosa Segura (Barcelona, 1925), la secretaria de redacción de TBO, durante dos etapas de su vida (1956 a 1960, y de 1975 a 1983), ha obrado un «hallazgo histórico»: la procedencia del nombre de la revista TBO.
Posiblemente se deba una revista lírica de 1909, de nombre T.B.O., firmada por Eduardo Montesinos y Ángel Torres del Álamo; justo ocho años antes de la aparición del famoso TBO de 1917. En su cuadro primero, situaba la obra en la redacción de un periódico, comenzando de esta manera: «¡Animo, señores! A trabajar. Mañana saldrá el primer número de T. B. O. y hay que lucirse. Ya saben ustedes que éste no será un periódico vulgar. T. B. O. viene á llenar un vacío».
Un dato conseguido a través de las pesquisas seguidas por Rosa, gracias a su afición a la lírica, al buscar entre sus archivos relacionados con la zarzuela y el mar. Encontrando en el índice de la colección «La Zarzuela», en la letra T, la referencia T.B.O.
Un nombre, el de TBO, que fue sugerido por Joaquín Arqués a la dirección de la publicación. Éste, gran aficionado a las piezas teatrales, posiblemente fue influenciado por esta obra lírica (estrenada en el Coliseo del Noviciado, el 29 de abril de 1909), tomándola como referencia para la revista infantil.
De esta manera, Rosa Segura, autora de las memorias, «Ediciones TBO ¿dígame?» (Ediciones Marré, 2006) clarifica de alguna forma el origen del nombre de una revista legendaria, que hasta hoy, casi un siglo después de su creación, poco o nada se sabía.

domingo, 15 de abril de 2012

Llega a Madrid la exposición Proto Anime Cut

Fuente: Entrecomics

“Proto Anime Cut. Visiones y espacios en la animación japonesa”, comisariada por Stefan Riekeles y David d’Heilly, es la exposición que La Casa Encendida propone desde el 15 de abril al 6 de junio.  La muestra ofrece una selección de dibujos inéditos de las principales fases de creación de los fondos y personajes de algunos de los principales filmes de animación japonesa, anime, más influyentes de la década de los 90.
La exposición presenta una serie de pinturas, dibujos y bocetos de artistas japoneses como Hideaki Anno, Haruhiko Higami, Koji Morimoto, Mamoru Oshii, Hiromasa Ogura y Takashi Watabe. Cada obra muestra el trabajo de creación de mundos alternativos y retratos de ciudades y paisajes futuristas que aparecen en los filmes de animación japonesa.
El conjunto expositivo muestra la importancia del trabajo artístico que ha precedido a la imagen fílmica, la labor casi artesanal necesaria para que las historias sean creíbles y el espectador pueda identificarse con los personajes. En “Proto Anime Cut. Visiones y espacios en la animación japonesa”, se recoge la complejidad de creación de un anime.

domingo, 8 de abril de 2012

La saga 'REC' continúa en las páginas de un cómic

Fuente: lainformacion.com

REC prosigue más allá de las películas de Jaume Balagueró y Paco Plaza. Ahora, además, su particular horda de infectados se extiende por las páginas de un tebeo escrito por Hernán Migoya.
A través de REC. Historias inéditas, el fan de los largometrajes se entera del destino de los adolescentes que aparecieron en la segunda película de la serie, descubre el origen de la Niña Medeiros, una de las grandes protagonistas de la saga, y averigua qué es lo que se cocía en el ático del bloque de pisos donde comenzó la infección.
También es testigo de los efectos devastadores que la plaga tiene en el zoo de Barcelona y conoce la historia que sirve como prólogo a REC 3: Génesis.
Todas las historias que se recogen en la novela gráfica han salido de las mentes de Plaza y Balagueró, creadores de la serie, aunque ha sido Migoya el responsable de escribir las diferentes tramas. La colaboración de los directores en la elaboración del cómic ha sido, según el guionista, totalmente desinteresada.
“El entusiasmo les ha llevado a estar muy presentes en todo el proceso creativo. Nos hemos reunido varias veces para que me proporcionaran ideas de partida o incluso argumentos completos de lo que tenía que ocurrir en cada una de las cinco historias incluidas. Han sido muy generosos; y les estoy muy agradecido por la entrega e ilusión que han puesto“, explica Migoya.
Muchas de las historias nacieron -como se encargan de explicar Balagueró y Plaza en el prólogo del volumen- de “ideas demasiado locas o demasiado arriesgadas para convertirse en una película“, que “acabaron archivadas en un cajón y condenadas a no ver la luz jamás“.
Sin embargo, gracias al interés que Migoya mostró por ellas, ahora se hacen públicas gracias a este particular spin-off en forma de tebeo. El resultado es una novela gráfica que va más allá de los largometrajes.
“No es un cómic típicamente derivado de una franquicia cinematográfica, sino que sobresale por sí solo y por méritos propios: forma parte de la saga REC con tanta legitimidad como las películas“, aclara el escritor.
No obstante, a pesar de su origen cinematográfico, REC. Historias inéditas es puro noveno arte. Los aficionados al cómic encuentran en sus páginas referencias a los clásicos de las editoriales EC Comics o Warren.
Aquí, como ocurriera en títulos como Creepy o Tales From The Crypt, un ser repugnante, en este caso La Niña Medeiros, nos narra las cinco escalofriantes historias.
Migoya ha contado para plasmar en viñetas las diferentes tramas con un grupo de expertos dibujantes de la categoría del valenciano Joan Marín, el boliviano Álvaro Ruilova, el portadista uruguayo Alejandro Colucci y los argentinos Andrea Jen, Salvador Sanz y Feliciano G. Zecchin.
Todos ellos contribuyen en que la infección de REC salte de la gran pantalla a las páginas de un cómic.