Fuente: Elmundo.es
"El cómic es, junto con la literatura, uno de los medios de expresión que permite mayor libertad. Pero también conlleva mucha soledad". Con estas palabras, pronunciadas sobre el escenario el Teatro de Angulema, resumía su carrera como historietista el francés Jean-Claude Denis (París, 1951), flamante ganador del Grand Prix del Festival Internacional del Cómic de Angouleme.
En la trigésimo novena edición de esta cumbre europea del llamado noveno arte, el jurado presidido por el premio Pulitzer 1992 Art Spiegelman decidió consagrar por fin al autor de la serie Luc Leroi y de Quelques mois à l’Amélie, que ya había sido candidato a dicho trofeo en años anteriores. Dibujante devoto de la línea clara y los colores matizados, Denis gusta narrar historias de anti-héroes que suelen tener a veces tintes autobiográficos y compatibiliza esta faceta profesional con la de guitarrista de música pop. Como es costumbre, el galardonado será el presidente del festival el próximo año y contará con una gran exposición retrospectiva.
Entre el resto de los premios concedidos el domingo, destaca el Fauve d’Or al mejor álbum del año que se llevó Chroniques de Jérusalem, del canadiense Guy Delisle, un ejercicio de cómic-reportaje que narra las experiencias del autor en tierras israelitas de ocupación. Igualmente, el portugués Cyril Pedrosa recibió el premio FNAC por su personalísimo álbum Portugal. El trofeo especial del jurado recayó en Frank et le congrès des bêtes, del estadounidense Jim Woodring, que el jurado describió como "psicodélico y extrañamente poético", mientras que el galardón a la mejor serie fue para Cité 14, de Gabus y Reutimann.
El premio revelación fue para T.M.L.P. (Ta mère la pute), de Gilles Rochier, que sigue el deambular de un grupo de adolescentes en la ciudad, y el premio de la audacia, para Teddy Beat, del Morgan Navarro.
El japonés Tatsumi Yoshihiro vio recompensado su segundo tomo de Une vie dans les marges con el premio Miradas sobre el mundo, en tanto que Mori Kaoru se llevó la distinción Intergeneraciones por su álbum Bride Stories, ambientado en Asia central a finales del siglo XIX y dedicado a una chica que va a ser casada contra su voluntad. Por último, el Premio de la Juventud recayó en Zombillénium, de Arthur de Pins; el del Patrimonio en La Dynastie Donald Duck, de Carl Barks, y el del Cómic Alternativo en el número nueve de la revista KUS!, editada en Letonia.
El conjunto de los premios representa un logro para los editores independientes, ya que más de la mitad de los mismos han ido a parar a casas pequeñas como L'Association, 6 Pieds sous terre, Cornélius, les Requins Marteaux, Ki-Oon.
Doscientos treinta expositores, 1.600 autores, 7.000 profesionales del sector, 900 periodistas acreditados, 30 exposiciones, 215 coloquios, talleres y conferencias, así como110 espectáculos y proyecciones conforman el balance de estos cuatro días en los que cerca de 200.000 aficionados han visitado la capital de Charente.
Además de la exposición dedicada a Spiegelman, ha brillado a gran altura una muestra que, bajo el título de Tebeos. El cómic español, repasa el pasado, presente y futuro del cómic nacional, comisariada por Álvaro Pons, en la que se ha podido ver el trabajo de unos 130 artistas de la piel de toro, incluyendo obras de Carlos Giménez, Luis García, Enric Sio, Josep María Beà, Miguelanxo Prado, Jordi Bernet, Juanjo Guarnido, Daniel Torres, Rubén Pellejero, Federico Del Barrio y otros.
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